Lindsay lanzó un juego para iOS y Android desarollado por Space Inch y titulado The Price of Fame. El punto aquí es que Lindsay básicamente “crea” a una nueva celebridad: el jugador. También se pueden comprar montones de cosas como accesorios o atuendos y hay que gastar dinero real para obtener lo más exclusivo.
The Price of Fame presenta un mundo en donde es posible hacer cosas tan locas como comprar una península, ser famoso en un planeta distinto o golpear paparazzis porque lo merecían y un grupo de abogados te puede sacar en corto del problema.
Otro elemento muy curioso en The Price of Fame es que se pueden comprar “ventajas” o “avances” de publicidad que hacen al jugador más famoso; entre ellos una muerte falsa y hasta una recuperación exitosa de rehab. Además, se puede traer un crew o acompañante . Entre las opciones de acompañante hay opciones tan locas como “al menos un Illuminati” y “niñas mal”.
Claramente, el juego de Lohan es un completo ridículo de la manera en que funciona la fama y por eso es algo tan interesante desde un punto de vista mediático. Ahora, desde un punto de vista gamer, lo interesante es considerar que títulos como este son de hecho tan exitosos (especialmente entre mujeres adolescentes)
